
Guadalupe Victoria, entre campo fértil y política estéril
El municipio de Guadalupe Victoria, corazón estratégico de la región de los Llanos, es uno de los principales motores de la producción de ganadería de exportación y de frijol en el país, y está por enfrentar no solamente una elección el próximo domingo 1 de junio, sino un verdadero juicio ciudadano.
Efectivamente. La elección para presidente de aquel municipio no puede verse como una simple competencia entre partidos políticos, sino como una oportunidad para rendir cuentas y proyectar el futuro de una región que lo tiene todo para avanzar, sin embargo ha sido víctima del abuso, la simulación y la mezquindad política.
Como sabemos, Victoria es uno de los cinco municipios en donde PRI y PAN tomaron la decisión de ir cada uno por su cuenta y no en candidatura común. En este contexto electoral, lejos de que ambos representen alternativas reales, esta ruptura simulada exhibe aún más ese testimonio de los intereses personales que prevalecen entre ambos partidos políticos.
Y es que aun cuando parecieran incapaces de dejar a un lado las rencillas, en sus respectivas planillas hay una miscelánea de panistas y priistas, además de recurrir al reciclaje político con actores que, de acuerdo a su propio record, no han estado a la altura de ese esfuerzo de muchos ciudadanos y ciudadanas por sacar adelante al municipio desde su trinchera.
El primero de ellos es David Ramos Zepeda, quien ahora busca la reelección refugiado en Acción Nacional, luego de haber llegado al poder por el extinto PRD en alianza con PRI-PAN. No obstante, su administración está siendo señalada por una deuda superior a los 16 millones de pesos registrada ante la Secretaría de Hacienda, la cual dejaría endeudado al municipio de Guadalupe Victoria hasta el año 2031.
Aunado a lo anterior, pareciera que en el PAN tampoco es muy querido ante la inconsistencia ideológica que es evidente, pues como se recordará, Ramos Zepeda fue en 2019 uno de los principales promotores en Durango del matrimonio igualitario, razón por la cual está siendo marginado del apoyo por parte del PAN estatal. Incluso desairado en eventos clave como la reciente plenaria panista. Es más, ya ni su hermano José Luis lo apoya, pues se le ve muy cerca al candidato del PRI.
Por su parte, el tricolor postula a un rancio político: Carmelo Fernández, conocido más por señalamientos de corrupción. Exdiputado local, líder campesino y presidente de una organización agropecuaria de la CNC, su nombre aparece ligado a esquemas de fraude con semillas y presión ilegal a campesinos, cobrándoles pagarés ya solventados. Algunos testimonios afirman que hasta hubo amenazas de usar al crimen organizado para la cobranza.
En su planilla, a la tercera regiduría esta postulada Janeth Rueda, quien es cónyuge de Saúl Quintero Triana, gente de todas las confianzas de Carmelo y vinculado a la empresa Low Flow Irrigation, S.C. de R.L de C.V, desde donde presuntamente se operó en 2010 el esquema fraudulento en mención, mediante el que luego de diez años, en 2020, hasta con intereses se pretendía despojar a muchos campesinos de Guadalupe Victoria.
En contraste está Jorge Alejandro Duarte Solís, quien se auto describe como un candidato "no político". Es un hombre joven, de 44 años. Es ingeniero industrial y un empresario local que va como abanderado de Morena, Verde y PT. Apuesta por un modelo de desarrollo productivo, tecnificación e industrialización del campo. Al menos, en comparación a los dos anteriores, su trayectoria no está marcada por escándalos, hasta el momento.
Finalmente la realidad es que, hoy por hoy, Guadalupe Victoria necesita más que promesas vacías y esperanzas frustradas. Necesita romper con la lógica de "el menos peor", esa que ha permitido que los mismos de siempre se sigan rotando el poder. La ciudadanía merece un gobierno que no endeude en silencio ni defraude en la sombra. Merece transparencia, resultados y futuro.
EN LA BALANZA.- Faltan dos semanas para que Durango decida el rumbo de sus 39 ayuntamientos y, mientras el material electoral está prácticamente en su lugar y el PREP funciona sin contratiempos, la pregunta clave sigue en el aire: ¿estamos los ciudadanos listos para cumplir con nuestra parte? Las autoridades han hecho su trabajo logístico; ahora toca a la ciudadanía responder con responsabilidad democrática. Votar no es solo un derecho, es un acto de conciencia. El próximo 1 de junio no basta con criticar desde casa o desde redes sociales: es en las urnas donde se escribe el presente y se proyecta el futuro.
X: @Vic_Montenegro