
A la deriva
El pasado domingo 18 de mayo, celebramos la proclamación de Napoleón como emperador de Francia en 1804; la ejecución de Tupac Amaru, líder indigenista en 1781, y en quien se inspiraron los famosos Tupamaros en Chile en los años 70; el día de los museos y en 2025, hace unos días, el paso infructuoso de nuestra fragata “Cuauhtémoc “por abajo del puente de Brooklyn en Nueva York. Aún no sabemos-¿ni sabremos? las razones que llevaron a la fragata a chocar contra el puente. ¿Falla mecánica?; que no funcionaba el motor; que la marea subió el nivel 1.3 pies (aunque los mástiles tenían 160 pies de altura, contra 144 de la altura máximaparalibrar el puente); que si el capitán del remolcador era zurdo y se llevó el barco al lado contrario.
Lo cierto es que quedó a la deriva y solito, como barco de papel, siguió los vientos y “zaz”. Lo lamentable del evento es que perdieron la vida dos marineros, cadetes en entrenamiento, con toda la vida por delante. Al ver el video del suceso, me dio algo de pena ver a nuestra bandera en el barco y el mismo en reversa, antes de chocar, otra muestra de que algo anda mal en la coordinación entre México y los EUA; ambos le echamos la culpa al otro.
El gobierno de los EUA bajó el presupuesto para el control marítimo de los puertos; nosotros bajamos el presupuesto a la Marina. “Haiga sido como haiga sido”, la celebración convertida en desgracia evidencia y plasma los problemas que tenemos en la relación con nuestros vecinos del norte; todo parece indicar que están “a la deriva”.
El mismo domingo, y parece ser que a la misma hora, 8:00 de la noche, tiempo del este de los Estados Unidos, la propuesta “hermosa” (así dijo el Sr. Trump) que, entre otras cosas, pretendía gravar con un arancel a las remesas de 5%, y que el viernes anterior fue desechada, para nuestro beneplácito, “revivió”. A la hora del choque con el puente, los republicanos se unieron en el Congreso y le dieron para adelante a la propuesta, antes rechazada, con el objetivo de que esté lista para discutirse en la cámara alta, donde hay mayoría del Sr. Trump, y con la seguridad de que esta pasará. ¡En la torre!
Este impuesto a las remesas es un impuesto que nuestros diputados indicaron lleva una doble tributación, pues las cantidades ya fueron gravadas con anterioridad, aunque para el erario nacional es una gran fuente de ingresos en impuestos, ya que estas remesas se utilizan para el consumo que paga IVA. De los Estados Unidos salen anualmente remesas a todo el mundo, por una cantidad cercana a los 600 mil millones de dólares; el 10% llega a México, y no todos los “libradores” utilizan los medios convencionales, como las transferencias bancarias. Con esta medida seguramente se abrirán alternativas, legales e ilegales, para lograr las transferencias, y se generarán nuevos negocios como en la época de AlCapone, que manejó la prohibición del alcohol con maestría, y creó un negocio muy rentable. Recordemos que también importamos del vecino 300 mil millones de dólares y una gran cantidad de esos productos los compramos con estas remesas, así que gravarlas sería una medida perder-perder. Pero como nuestra relación está a la deriva, y nuestros gobiernos están distraídos con otras cosas más importantes, pues ojalá y pronto nos demos cuenta del error y cómo corregirlo, por el bien de ambas partes.
Que en paz descansen nuestros cadetes caídos en el cumplimiento de su deber. Ánimo.